Extraterrestres

Esperando el autobús en un lugar poco acogedor arrinconado entre una autopista y una estación de Metro en obras, me puse a pensar que si, como en una de esas malas películas de ciencia-ficción, de golpe fuéramos invadidos por extraterrestres y ya casi no hubiera seres humanos por la calle, la simple visión de uno de ellos, el reconocer en el otro todo lo que me es familiar, aun cuando fuera un espécimen de los que más suelo despreciar -un ideólogo, un arrogante, una mujer con velo....- me causaría una profunda emoción, ternura incluso, y me haría comprender qué relativos a las circunstancias son los odios y los prejuicios.