Hibernando

Para que del sueño surjan las obras. ¿Surgirán?


Me sugirió que hibernara y yo me dejé arropar por la idea como por una gruesa manta de lana, cerré puertas y ventanas al frío y me dispuse a un letargo largo como todo el invierno. Si se pudiera... dejar de salir al mundo a ganarse el pan y quedarse en casa escribiendo. Porque de eso se trata, de la necesidad de un tiempo de reposo en que todo lo superfluo desaparece, cesa el inútil trajinar constante de un lado a otro de la ciudad y se instala una concentración en lo que verdaderamente importa: un descanso profundo del cuerpo y el alma que permite que cada poro, cada escama y cada hueco vuelva a su lugar, la respiración se acomode a los nuevos ritmos, los latidos se apacigüen, la sangre circule con la tranquilidad de la savia vegetal y en el silencio cada ser redescubra su constitución, sus necesidades y sus búsquedas.

Comentarios

Entradas populares