Levitación en el exilio
A todos los de la Casa de la Higuera
Véalos cómo
levitan
-¿deliran?-
esos intelectuales
divinos
queridos.
Rara vez tocan el
suelo.
La realidad es
ajena.
Se expresa en
otro idioma.
La vida es
bastante sola.
¿Cómo no entender
que elijan
flotar en celestes
esferas,
crear con
palabras propias
un mundo en
subjuntivo
con techo,
según los días,
de estrellas
o nubes belgas
o cielorraso de
departamento amigo?
A veces
-solo a veces-
alguno toca el
suelo
y con mano de
padre baja
desde ahí
a los otros
y les muestra
“Estamos aquí, no
allá,
lloremos las
ausencias
y riamos esta
juntedad loca.
Bebamos a la
salud nuestra.”
De risa
se vuelan,
flotan
y recomienzan.
26 de septiembre
de 2003
Comentarios
Publicar un comentario