Burbujas


Finalmente creyó comprender algo de todo y quiso compartirlo. Abrió la boca en medio de la gente y de ella salieron las palabras justas para expresar lo que sentía. Los sonidos se elevaron vibrantes por el aire, tocaron paredes y nubes, rebotaron en ellas como un eco, temblaron, giraron sobre sí mismos, se expandieron en ondas y, desde lo alto, empezaron a caer en lenta lluvia hacia donde estaban los otros.

Venían pintados de colores, sutiles algunos, más intensos otros, naranjas, azules, amarillos... Iban cayendo como las flores al comienzo del verano, confiados en una tierra buena que estaba aguardándolos.

Poco antes de llegar a cada uno de los oyentes, sin embargo, se vio que algo les impediría tocarlos. Una fina película transparente en forma de huevo rodeaba a todas y cada una de las personas de modo que quedaban por completo aisladas del entorno. Estas especies de burbujas eran invisibles a simple vista, pero al derramarse sobre ellas la lluvia de palabras, iban coloreándose... Pronto había a su alrededor bolas celestes, naranjas, verdes... en lugar de la gente, que había quedado oculta tras ellas.

Unos segundos duró la visión embelesadora. Enseguida los colores chorrearon por los contornos de los cascarones y encharcaron el suelo alrededor. Nadie se había detenido. Nadie había sentido siquiera su intención de compartir. Cada uno en su burbuja, sordos y ciegos a todo lo que no fuera ellos mismos, los pasantes siguieron su camino. 

Comentarios

Entradas populares